martes, 29 de mayo de 2012

POR NO LLAMARLE CABRITO...

               No soy persona de maldecir, ni de malos sentimientos.  Los que me conocen dan fe. Incluso suelo verle siempre el lado  positivo a mis problemas. Pero  hoy, la indignación se me sale por las orejas. 

              Osea, que es absurdo exigir que la Iglesia pague el IBI, con la que está cayendo,  porque, pobrecitos,   no van a poder pagarlo. Según usted, no tienen dinero para hacerlo. Se calcula que  si lo pagan, se recaudan 3000 millones de euros, los mismos que se recortan de Educación. De Educación pública, se entiende.

               Sin embargo, se le exige el pago del IBI de su piso de 50 metros a cualquier Manolo Gómez,  padre de familia en paro, que con lo que cobra , es de suponer que tiene para el IBI, la luz, el agua, colegios, ropa, incluso para comer. Que ya es manía lo de comer a diario...Y si no paga, se le embarga, que con lo que recaudamos de todos los Manolos, ahorramos lo que necesitamos para Bankia. Entiendo, además, que es razonable esperar que este buen hombre, marque la casilla de la Iglesia en su declaración de la Renta...

               Señor mio, (por no llamarle cabrito), si la Iglesia no tiene efectivo para pagar el IBI, que venda propiedades o se les embargue, igual que a cualquier Manolo Gómez.

               Y si mi negocio se  arruina, no dude en nacionalizármelo, como a Bankia,  invierta el dinero de todos en reflotarlo, y cuando funcione de nuevo, lo vende usted o hace lo que quiera con él. De corazón. 

               Por cierto, si el hijo de Manolo Gómez no aprueba todas las asignaturas de su carrera, a la que ha tenido acceso gracias a su esfuerzo y su curriculum académico, probablemente sea que perdió el tiempo trabajando diez horas diarias,  con contrato basura, para poder pagarse las tasas universitarias, porque con el paro de su padre, no llegan.  Menos mal que el año que viene, no podrá pagarlas, y ya se quitan ese problema. Un brillante Abogado o Economista o Neurocirujano condenado a sobrevivir, no más... Ojalá los hados quisieran que fuera él el destinado a salvarle, de alguna forma.

              No le deseo a usted ningún mal, pero no sentiría  lástima si padeciera almorranas, que no se merece ni hemorroides.


P.D: No intenten ver en esta crítica ninguna inquina antireligiosa. Me refiero a la Iglesia como ente público, nada que ver con la fe. Ese es otro tema...
             

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